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PEDIATRÍA


 

  • La neumonía es una afección pulmonar causada por virus y bacterias, convertida en la principal enfermedad respiratoria en pediatría.
  • “Hay dos poblaciones específicamente que están en riesgo, los lactantes y los adultos mayores, aunque las personas inmunosuprimidas, o que están siendo tratadas para algún tipo de cáncer, también tienen alto riesgo de adquirirla si no son vacunadas”, comentan pediatras y neumólogos del Hospital Infantil Universitario de San José.
  • Con la llegada del invierno, las altas lluvias y vientos han multiplicado las posibilidades de contraer la infección, sea causada por un virus o bien, por una bacteria.

Cada año más de 800.000 niños menores de cinco años mueren de neumonía, de los cuales más de 153.000 son recién nacidos, un grupo especialmente vulnerable a la infección. Esto significa que cada 39 segundos muere un niño a causa de la neumonía y casi todas esas muertes son prevenibles, según datos de la Unicef.


La neumonía es una afección pulmonar causada por virus y bacterias, convertida en la principal enfermedad respiratoria en pediatría y, aún hoy día, se asocia con una alta tasa de mortalidad.  Su incidencia se sitúa entre un 10% y un 15%. “Los tipos de patógenos varían acorde a la edad del paciente y los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 65 años son los grupos más vulnerables, por lo que completar el esquema de vacunación, incluyendo la vacuna de la influenza, resulta esencial para el cuidado de la salud”, explica el Doctor Reuven Zeev Himelfarb, Neumólogo Pediatra del Hospital Infantil Universitario de San José (HIUSJ).

Los virus y bacterias que producen la neumonía pueden surgir de múltiples escenarios, sin embargo, los principales factores de riesgo son:  la no valoración de la enfermedad; la no lactancia materna, al menos los primeros cuatro meses de vida; el hacinamiento y la asistencia a las guarderías, comenta el especialista. Y añade otros factores que pueden derivar esta enfermedad:

  • La existencia de enfermedades crónicas que actúen como factor debilitante (cardiopatías, diabetes, falcemia, VIH-SIDA etc).
  • La falta de respuesta al tratamiento con antibiótico correctamente utilizado transcurridas 48-72 horas del inicio.
  • La aparición de más bacterias en los pulmones, que se puede ver a través de una imagen radiológica.
  • La presentación inicial muy grave de síntomas.
  • Desnutrición, inmunodeficiencia o haber sido afectado de covid.

El doctor Reuven asegura que no todos los casos de neumonía requieren hospitalización o son categorizados como graves, aunque sean de gran cuidado. “En el caso de los lactantes, se considera grave cuando el niño tiene una temperatura mayor a 38.5C, tiene restricciones moderadas a severas, aleteo nasal, quejido, apnea intermitente, taquicardia, entre otros síntomas. En niños mayores se diagnostica cuando presenta fiebre mayor a 38.5C, disnea severa, aleteo nasal, quejidos, signos de deshidratación y taquicardia”, puntualizó.

Normalmente se recomienda hospitalizar cuando: el paciente presente estos signos y su edad sea inferior a un año o mayor de 65 años, tenga enfermedades subyacentes (inmunodeficiencia, malnutrición, fibrosis quística o cardiopatías), si hay presencia de EPOC o diabetes en el adulto, signos evidentes de gravedad (convulsiones, presión arterial inestable), sospecha de sepsis, deshidratación o COVID-19 en pacientes moderado/grave.

Con la llegada del invierno, las altas lluvias y vientos han multiplicado las posibilidades de contraer la infección, sea causada por un virus o bien, por una bacteria más. Este año, si se tiene en cuenta los dos anteriores, las medidas contra el covid-19 no permitieron que las dolencias respiratorias hicieran su aparición estacional. Se está viendo una mayor cantidad de niños que atraviesan enfermedades infecciosas en un periodo más corto de tiempo.

El Dr. Tomás Díaz, coordinador del servicio de pediatría del Hospital Infantil Universitario de San José (HIUSJ), mencionó que “por el aislamiento generado a partir del covid-19, se generó una exposición tardía por parte de los niños a enfermedades infecciosas, lo que llevó en parte a que no hubiera una memoria inmunológica o una adecuada adaptación temprana a algunas enfermedades, viéndose un aumento de enfermedades en los niños más alta que antes de la pandemia”.

Es precisamente que el especialista hace un llamado para que con los esquemas de vacunación completos se logre estabilizar la tasa tan alta de esta enfermedad y alerta sobre la necesidad de poner esta vacuna y prevenir la bacteria conocida como neumococo, una infección que puede causar neumonía, meningitis o una infección del torrente sanguíneo.

“Cada año hay dos o tres picos de la enfermedad respiratoria y no siempre es causada por el neumococo, es muy importante tener en cuenta la importancia de la vacunación, ya que se ha visto a través de los años que el neumococo ha creado resistencia a los tratamientos de penicilina y otros antibióticos; después de un tiempo puede no ser efectivo el tratamiento, ahí es donde recalco la importancia de insistir en la vacunación de los niños y lactantes, y que los padres realmente se interesen por llevarlos a los centros de vacunación, no hay excusa, ya que estás vacunas son totalmente asequibles para todos”, concluye el Neumólogo Pediatra Dr. Reuven.


El neumococo, una bacteria que con el tiempo genera más resistencia

naumococo El neumococo

La neumonía es una afección pulmonar causada por virus y bacterias, convertida en la principal enfermedad respiratoria en pediatría.

 “Hay dos poblaciones específicamente que están en riesgo, los lactantes y los adultos mayores, aunque las personas inmunosuprimidas, o que están siendo tratadas para algún tipo de cáncer, también tienen alto riesgo de adquirirla si no son vacunadas”, comentan pediatras y neumólogos del Hospital Infantil Universitario de San José.

 

Con la llegada del invierno, las altas lluvias y vientos han multiplicado las posibilidades de contraer la infección, sea causada por un virus o bien, por una bacteria.


Cada año más de 800.000 niños menores de cinco años mueren de neumonía, de los cuales más de 153.000 son recién nacidos, un grupo especialmente vulnerable a la infección. Esto significa que cada 39 segundos muere un niño a causa de la neumonía y casi todas esas muertes son prevenibles, según datos de la Unicef. La neumonía es una afección pulmonar causada por virus y bacterias, convertida en la principal enfermedad respiratoria en pediatría y, aún hoy día, se asocia con una alta tasa de mortalidad.  Su incidencia se sitúa entre un 10% y un 15%. “Los tipos de patógenos varían acorde a la edad del paciente y los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 65 años son los grupos más vulnerables, por lo que completar el esquema de vacunación, incluyendo la vacuna de la influenza, resulta esencial para el cuidado de la salud”, explica el Doctor Reuven Zeev Himelfarb, Neumólogo Pediatra del Hospital Infantil Universitario de San José (HIUSJ).

Los virus y bacterias que producen la neumonía pueden surgir de múltiples escenarios, sin embargo, los principales factores de riesgo son:  la no valoración de la enfermedad; la no lactancia materna, al menos los primeros cuatro meses de vida; el hacinamiento y la asistencia a las guarderías, comenta el especialista. Y añade otros factores que pueden derivar esta enfermedad:

  • La existencia de enfermedades crónicas que actúen como factor debilitante (cardiopatías, diabetes, falcemia, VIH-SIDA etc).
  • La falta de respuesta al tratamiento con antibiótico correctamente utilizado transcurridas 48-72 horas del inicio.
  • La aparición de más bacterias en los pulmones, que se puede ver a través de una imagen radiológica.
  • La presentación inicial muy grave de síntomas.
  • Desnutrición, inmunodeficiencia o haber sido afectado de covid.

El doctor Reuven asegura que no todos los casos de neumonía requieren hospitalización o son categorizados como graves, aunque sean de gran cuidado. “En el caso de los lactantes, se considera grave cuando el niño tiene una temperatura mayor a 38.5C, tiene restricciones moderadas a severas, aleteo nasal, quejido, apnea intermitente, taquicardia, entre otros síntomas. En niños mayores se diagnostica cuando presenta fiebre mayor a 38.5C, disnea severa, aleteo nasal, quejidos, signos de deshidratación y taquicardia”, puntualizó.

Normalmente se recomienda hospitalizar cuando: el paciente presente estos signos y su edad sea inferior a un año o mayor de 65 años, tenga enfermedades subyacentes (inmunodeficiencia, malnutrición, fibrosis quística o cardiopatías), si hay presencia de EPOC o diabetes en el adulto, signos evidentes de gravedad (convulsiones, presión arterial inestable), sospecha de sepsis, deshidratación o COVID-19 en pacientes moderado/grave.

Con la llegada del invierno, las altas lluvias y vientos han multiplicado las posibilidades de contraer la infección, sea causada por un virus o bien, por una bacteria más. Este año, si se tiene en cuenta los dos anteriores, las medidas contra el covid-19 no permitieron que las dolencias respiratorias hicieran su aparición estacional. Se está viendo una mayor cantidad de niños que atraviesan enfermedades infecciosas en un periodo más corto de tiempo.

El Dr. Tomás Díaz, coordinador del servicio de pediatría del Hospital Infantil Universitario de San José (HIUSJ), mencionó que “por el aislamiento generado a partir del covid-19, se generó una exposición tardía por parte de los niños a enfermedades infecciosas, lo que llevó en parte a que no hubiera una memoria inmunológica o una adecuada adaptación temprana a algunas enfermedades, viéndose un aumento de enfermedades en los niños más alta que antes de la pandemia”.

Es precisamente que el especialista hace un llamado para que con los esquemas de vacunación completos se logre estabilizar la tasa tan alta de esta enfermedad y alerta sobre la necesidad de poner esta vacuna y prevenir la bacteria conocida como neumococo, una infección que puede causar neumonía, meningitis o una infección del torrente sanguíneo.

“Cada año hay dos o tres picos de la enfermedad respiratoria y no siempre es causada por el neumococo, es muy importante tener en cuenta la importancia de la vacunación, ya que se ha visto a través de los años que el neumococo ha creado resistencia a los tratamientos de penicilina y otros antibióticos; después de un tiempo puede no ser efectivo el tratamiento, ahí es donde recalco la importancia de insistir en la vacunación de los niños y lactantes, y que los padres realmente se interesen por llevarlos a los centros de vacunación, no hay excusa, ya que estás vacunas son totalmente asequibles para todos”, concluye el Neumólogo Pediatra Dr. Reuven.

 

 

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