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El Hospital Infantil Universitario de San José vivió un emotivo y significativo momento este viernes 25 de abril, en el marco de la “Campana de la Vida”, un evento que celebra la superación del cáncer en niños y adolescentes. En una ceremonia cargada de emoción y esperanza, dos niñas y un niño tocaron la campana, símbolo de victoria sobre la enfermedad, marcando el fin de un largo y arduo tratamiento.
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Una de las protagonistas de esta historia de superación fue Jineth Sofía Martínez Gómez, quien a sus 17 años finalizó su tratamiento tras más de 13 años luchando contra la Leucemia Linfoide Aguda. Sofía, quien comenzó su batalla a los 4 años, expresó su profunda gratitud hacia el equipo médico, su familia, y a Dios por todo el apoyo brindado. "Este fue un proceso que me ayudó a ser fuerte. Agradezco enormemente al equipo médico, al hospital y sobre todo a Dios. Gracias a la jefe Mónica por su apoyo desde el primer día, los llevo a todos con mucho cariño", comentó emocionada Sofía, visiblemente agradecida por haber superado esta dura prueba.
En el mismo evento, también se celebró la recuperación de Jasbleidy Daza Marciales, una joven de 18 años que, a los 15 años, fue diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda. Jasbleidy, quien estuvo en tratamiento durante tres años, compartió su alegría y emoción por haber vencido la enfermedad: “Este es un triunfo mío, de mi familia y de los médicos que nunca dejaron de creer en mi recuperación, a todos gracias”.
Por último, Juan Esteban Zapata Ramírez, de 11 años, también fue parte de esta celebración. Juan Esteban luchó durante casi dos años contra un linfoma de células B de alto grado de probable tipo Burkitt. Con una gran sonrisa en su rostro, el niño tocó la campana como símbolo de su victoria, un momento que marcó el final de un largo camino hacia la sanación.
La “Campana de la Vida” del Hospital Infantil Universitario de San José no solo es un acto simbólico de celebración, sino también un recordatorio de la fuerza, resiliencia y esperanza que los pacientes, sus familias y el personal médico ponen en la lucha contra el cáncer. Este tipo de iniciativas son vitales para dar visibilidad a las historias de éxito, motivar a otros niños y niñas que todavía luchan contra la enfermedad y reconocer la dedicación del equipo médico del hospital, que trabaja muy comprometido para ofrecer una atención de manos cálidas y confiables.
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Este emotivo acto se convirtió en un símbolo de esperanza para todos aquellos que siguen enfrentando esta dura enfermedad, con el mensaje de que, aunque el camino es largo y difícil, siempre hay luz al final del túnel. |
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