En el Hospital Infantil Universitario de San José vivimos un momento lleno de ternura y esperanza cuando Nicolle Dayana Pérez Hinestroza recibió una visita muy especial: su gatita Nala.
Nicolle, quien permanece hospitalizada con un diagnóstico de tumor interraquídeo con componente intradural y extradural a nivel de T11 y L1, experimentó una tarde diferente y llena de emoción al reencontrarse con su fiel compañera de vida. Gracias a la gestión del equipo de trabajo social, que identificó la importancia del vínculo entre la niña y su mascota, se hizo posible este encuentro en el que Nala, considerada parte fundamental de la familia, pudo ingresar al hospital para compartir un rato de juegos y cariño con su dueña.
El padre de Nicolle fue el encargado de traer a Nala, y juntos vivieron un espacio de paz y alegría que iluminó la estancia hospitalaria de la pequeña. Ver a su gatita acercarse y sentir nuevamente sus caricias fue, para Nicolle, un regalo que le permitió olvidar por un momento la rutina médica y llenarse de energía positiva.
“Estamos muy contentos de este encuentro familiar, ellas dos son muy unidas y esto fue una recarga anímica para la recuperación de mi hija, gracias al Hospital por unirnos”, expresó Camilo Pérez, padre de Nicolle.
Con este gesto, reafirmamos nuestro compromiso con un modelo de atención de manos cálidas y confiables, donde no solo se cuida la salud física de los pacientes, sino también su bienestar emocional y familiar.
Nala y Nicolle nos recordaron que el amor y la compañía de quienes consideramos familia —humanos y animales— pueden convertirse en una medicina poderosa capaz de transformar el día más difícil en un instante de felicidad.